¿Por qué es malo perder peso demasiado rápido?
“¡Baja dos tallas para la prueba del traje de baño!” o “¡Pierde 10 kg en un mes!”
Hoy en día nos bombardean con mensajes como estos, o con supuestos remedios rápidos para perder peso, a los que es difícil resistirse.
Perder peso rápidamente puede tener consecuencias negativas tanto mentales como físicas. No es sostenible y, en la mayoría de los casos, se recupera rápidamente todo lo que se había perdido con esfuerzo y sacrificio. La razón es que lo que se pierde es principalmente agua, pero también músculo, lo que genera varias consecuencias negativas para la salud.
Efectos secundarios
En primer lugar, puedes sufrir deficiencias nutricionales, ya que comer poco y sin criterio supone una ingesta reducida de minerales y vitaminas. Por ejemplo, una deficiencia de vitamina D, calcio y fósforo puede provocar huesos débiles y frágiles, o una deficiencia de hierro y vitamina B12 puede provocar fatiga y anemia.
Además, muchos estudios demuestran que una dieta demasiado restrictiva suele provocar una pérdida de masa muscular. A lo que se debería apuntar, en cambio, es a una pérdida de grasa y a un aumento de la masa muscular que, entre otras cosas, favorece un metabolismo más activo y rápido.
Otro efecto secundario es que el metabolismo también podría ralentizarse. Esto determina el número de calorías que se queman por día, y factores como la edad, el sexo y el ADN pueden influir en la velocidad. Pero perder peso demasiado rápido puede ralentizar el metabolismo, lo que significa quemar menos calorías por día. La ralentización del metabolismo puede deberse a la pérdida de músculo y a la disminución de las hormonas tiroideas.
Pero si pierdes masa grasa gradualmente a lo largo del tiempo, aprenderás a comer de manera consciente, a corregir los malos hábitos, a reconstruir una relación sana con la comida y, en última instancia, a tener un nuevo estilo de vida equilibrado.