Consejos BeGood

Mascarillas y protección: cuáles elegir y cómo usarlas correctamente


A estas alturas ya es bien sabido que usar una mascarilla no sólo es una obligación, sino también un acto de protección hacia nosotros y las demás personas con las que nos encontramos. Usarla es un símbolo de responsabilidad civil y social, es una tarea que se debe realizar teniendo en cuenta los datos que cada día, a las 18:00, nos recuerdan lo fuerte e impactante que es la pandemia en todo el mundo.

Sin embargo, aunque han pasado casi tres meses desde el comienzo de este enorme cambio estructural en la vida de todos, todavía no está claro qué mascarillas utilizar, en qué ocasiones, durante cuánto tiempo, qué material escoger y muchas otras cosas. En fin, se ha hablado mucho de las mascarillas, pero todavía hay muchas dudas por aclarar.

Los tipos

Hay tres tipos de los que más se ha hablado:

  1. Mascarilla quirúrgica: se trata de dispositivos médicos que sirven para bloquear las gotículas emitidas por vía oral, por ejemplo, al toser, estornudar o hablar, pero que no tienen la capacidad de filtrar el virus en la fase respiratoria.

  2. FFP2 y FFP3 sin válvula: estas mascarillas permiten proteger tanto a quien la lleva puesta como a quien entra en contacto con el usuario, y suelen ser utilizadas por el personal médico. Por esta razón, deben ser reservadas para el personal médico y hospitalario solamente.

  3. FFP2 y FFP3 con válvula: en este caso, sólo quien lleva puesta la mascarilla está protegido contra el virus, ya que el virus aún puede filtrarse a través de la válvula presente en la superficie de la mascarilla.

tipos de mascarillas: proteccion

Después de una cuidadosa investigación, BeGood decidió crear su propia mascarilla, la Carbon Mask, para tratar de superar los problemas que pueden surgir del uso frecuente y diario de las mascarillas.

La Carbon Mask es una mascarilla de material textil 100% hecha en Italia, lavable y diseñada para ser usada una docena de veces. Tiene doble capa, una externa de Resistex Carbon, que tiene propiedades bacteriostáticas, y una interna de poliamida, ambas tratadas con un acabado repelente al agua.carbon mask: mascherina filtrante lavabile di BeGood

La tecnología detrás de esta mascarilla la convierte en un dispositivo:

  1. Antiestático: ya que es capaz de dispersar las cargas electrostáticas presentes en el aire evitando que el polvo fino y las bacterias se depositen en la superficie de la mascarilla.
  2. Termorregulador: la excepcional conductividad eléctrica del carbono permite acelerar el proceso de evaporación de la humedad y mantiene la temperatura constante.
  3. Protector: brinda protección contra la absorción de energía estática, smog y rayos UV gracias a las características intrínsecas del carbono
  4. Antibacteriano: con reducción de la carga bacteriana andgt; 99,9%.
  5. Repelente al agua: «Fluoro free» que garantiza una absorción de humedad del 0%, un tratamiento capaz de garantizar una contención efectiva de las droplets (gotículas).
  6. Citotóxico: no es irritante/sensibilizante.
  7. Certificado Oeko-tex: hilado certificado que garantiza la ausencia de sustancias nocivas en contacto con la piel.

Todas las características que la convierten en la elección ideal para quienes usan la mascarilla para actividades como ir de compras, caminar, estar en el trabajo y, más en general, todas aquellas actividades en las que es necesario respetar la distancia social. De hecho, es una mascarilla que actúa contra el smog, el polvo fino y el polen, y puede usarse durante todo el día, ya que los hilados de microfibra y carbono garantizan el máximo confort para la piel.

Es importante destacar que la elección de utilizar una mascarilla lavable y reutilizable en los llamados contextos comunitarios tiene varios aspectos positivos y ventajas.

En primer lugar, es ecológica: de hecho, al ser reutilizable, permite generar un menor impacto en el medio ambiente, ya que reduce significativamente el consumo de dispositivos desechables, y constituye así una elección sostenible también para la salud y la protección de nuestro planeta.

También es una opción más económica que ayuda a ahorrar mucho dinero en comparación con la compra de mascarillas desechables.

Además, se trata de una compra certificada; de hecho, la Carbon Mask ha pasado pruebas antibacterianas, repelentes al agua y de citotoxicidad, y su hilado certificado OEKO-TEX Standard 100 garantiza la ausencia de sustancias nocivas en contacto con la piel. Por lo tanto, se trata de una compra segura, a diferencia de muchas mascarillas que se venden hoy en día, cuya eficacia no siempre está certificada.

Pruebas y certificaciones: garantía de seguridad.
Por último, se trata de una compra ética, ya que evita alimentar un mercado incontrolado de mascarillas, en el que éstas suelen venderse a precios muy elevados, y también evita no sólo el despilfarro de recursos sino también el uso de las existencias de mascarillas destinadas al personal médico y sanitario.

Por último, es importante recordar que cualquiera que sea la mascarilla que hayamos elegido, debemos usarla lo más correctamente posible. El propio Instituto Superior de Salud italiano ha indicado los pasos fundamentales que se deben seguir.

Antes de ponerse la mascarilla:

  1. Lavarse siempre las manos con agua y jabón durante al menos 40-60 segundos o usar un gel antibacteriano que contenga al menos un 60% de alcohol durante al menos 20-30 segundos;  
  2. Ponerse la mascarilla tocando sólo las bandas elásticas o los cordones, teniendo cuidado de no tocar el interior de la mascarilla; 
  3. Colocar la mascarilla de manera tal que el soporte superior se adhiera a la nariz y acomodarla bajo la barbilla. Verificar también que se lleva puesta en la dirección correcta (por ejemplo, en las mascarillas quirúrgicas la parte de color es la parte exterior).

Durante el uso:

  1. Si necesita mover la mascarilla, hágalo usando sólo las bandas elásticas o los cordones; 
  2. Si se toca la mascarilla durante su uso, es necesario lavarse o desinfectarse las manos inmediatamente; 
  3. Nunca se debe poner la mascarilla en el bolsillo o apoyarla en muebles o estantes.

Cuando se quita la mascarilla:

  1. Quitarse la mascarilla utilizando siempre las bandas elásticas o los cordones;
  2. lavarse nuevamente las manos con agua y jabón o usar un gel antibacteriano que contenga al menos un 60% de alcohol.

El Instituto Superior de Salud también ha proporcionado indicaciones en el caso de las mascarillas reutilizables:

  1. Lavar la mascarilla a 60 grados con un detergente común o siguiendo las instrucciones del fabricante, si se dispone de ellas; a menudo se indica también la cantidad máxima de lavados posibles sin que ello afecte al rendimiento de la mascarilla;
  2. Después de haber tocado una mascarilla usada, es necesario lavarse o higienizarse las manos.

Por consiguiente, si hoy en día el uso de la mascarilla se ha vuelto obligatorio en determinados contextos y situaciones, sigue siendo cierto que, sin estas útiles precauciones, se corre el riesgo de que su acción de defensa disminuya considerablemente. De hecho, muy a menudo el uso inadecuado de la mascarilla ayuda a aumentar las posibilidades de contagio.

Estas pocas precauciones también deben ir siempre acompañadas del cumplimiento de las recomendaciones que nos han dado: máxima higiene de las manos, con lavados frecuentes y atención al mantenimiento de la distancia social.

Publicado en: Bienestar - Fitness, Consejos